Hay dos factores de riesgo que deben tenerse en cuenta al transportar carga sobre ruedas: la posibilidad de que un neumático explote o de que una rueda se desplace durante el transporte.
La presión del neumático debe ser lo más baja posible durante el transporte, un máximo del 25% de la presión de inflado. La presión de inflado sólo debe ajustarse una vez que la rueda esté montada en el vehículo. Si un neumático explota durante el transporte puede causar graves daños.
La forma más segura de transportar una rueda es de lado en el compartimento de carga. Si una rueda debe transportarse en posición vertical, debe evitarse su posible desplazamiento mediante una sujeción cuidadosa, por ejemplo, con correas.
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