Las velocidades extremas resaltan la función de unos neumáticos de gran calidad, porque son el único punto de contacto de la superficie de conducción. Al conducir a velocidades excepcionalmente altas sobre hielo deslizante, los neumáticos deben ofrecer un agarre máximo, una excelente resistencia estructural y unas propiedades de conducción que estén en consonancia con la gran potencia del vehículo.
La fórmula de la aceleración es muy exigente. Cuando un coche se desplaza a una velocidad de 331 km/h, recorre más de 92 metros en un segundo. Los neumáticos soportan una gran presión a estas altas velocidades y su diámetro puede aumentar 15 o 20 mm. A medida que aumenta la resistencia del aire, se necesita más tracción para tomar velocidad.
"Probar nuestros límites puede enseñarnos cosas nuevas, que a continuación se pueden aplicar a todos nuestros productos"
- Probar a altas velocidades en condiciones exigentes forma una parte importante de nuestro desarrollo de neumáticos de invierno. Probar nuestros límites puede enseñarnos cosas nuevas, que a continuación se pueden aplicar a todos nuestros productos, explica Matti Morri, Director del Servicio técnico al cliente de Nokian Tyres.
La organización Guinness World Records establece normas detalladas para los récords mundiales de conducción sobre hielo. El tiempo que se tarda en recorrer un kilómetro de distancia se mide en ambas direcciones de la pista y el tiempo del récord mundial es la media de estos dos resultados. El vehículo realiza una salida lanzada. Hay una hora en total para completar el intento de récord. El hielo tiene que ser natural y no se puede raspar ni tratar con ninguna sustancia química. Los neumáticos deben estar disponibles en el mercado y aprobados para el tráfico rodado en el país en el que se realiza el intento de récord.
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