Para batir un récord del mundo no hace falta ser un forzudo

Jussi Kallioniemi afirma que lo que a él le interesa es la resolución de problemas y gestionar la visión de conjunto. Ha estado trabajando de un modo sistemático y muy consistente en este proyecto con vistas a batir este récord del mundo.

– A menudo la gente me comenta que no me parezco en nada a un forzudo clásico – y eso es simplemente porque no lo soy. Un hombre normal de mediana edad pueda plantearse el desafío de establecer un nuevo récord del mundo si está dispuesto a tomar en consideración todos los factores, e intenta que el vehículo tenga la rodada más suave como resulte posible. Hemos pasado de las grandes cuestiones hasta tomar en consideración los detalles más ínfimos, nos cuenta Jussi.

"– El éxito alcanzado al batir este récord del mundo me proporciona un subidón de energía y de felicidad. Me siento como la última pieza que encaja en un rompecabezas para terminarlo."

Ha sido una cantidad enorme de cuestiones las que ha habido que resolver. De las soluciones a estos problemas incluso ha surgido un invento que se halla pendiente de que le concedan la patente solicitada. En estrecha colaboración con un amigo, Jussi creó un sistema de control remoto que le permitía girar el volante por sí mismo mientras se entrenaba empujando el vehículo en solitario, sin necesidad de un conductor. En el futuro esta herramienta puede que sea utilizada habitualmente tanto en talleres mecánicos como por los responsables de la inspección técnica de vehículos, por ejemplo.

– El éxito alcanzado al batir este récord del mundo me proporciona un subidón de energía y de felicidad. Me siento como la última pieza que encaja en un rompecabezas para terminarlo.